Siempre he sido un criticón y, con excepción de lo obvio, criticar es de lo que más me gusta hacer en el mundo humano. Que veo una película, a criticarla lo mala que es; que veo una serie, a descuartizarla a gusto; que escucho un disco, a ponerlo a parir. Qué gustito…
Según Ignacio criticar es fácil, difícil es hacer algo constructivo. Eso me ha dado que pensar: soy vago y me acepto como soy. ¿Si un gordo infecto puede aceptarse porqué yo no? Ni si quiera tienen que abrir la pared para sacarme de casa.
Entonces aceptamos. Criticar no está de más. Me voy a soltar la melena (calva) y voy a retomarme.
Al meollo: Jericho. Leí por internet que era de las mejores series que había en el momento y tardé poco en bajarme un capítulo que, por su puesto, vi. Mala es decir poco. Porque no es que sea mala en sí, si no que es una serie hecha por estadounidenses para estadounidenses.
A lo mejor expresado así no dice nada, matizaré: Es una serie hecha por estadounidenses paletos para paletos como ellos que se emocionan en su misma paletez. Que son felices con sus tonterías de paletos y con sus rollos de unión paleta con un negro en la serie por aquello de las cuotas aunque, por suerte, no hace bromas de negro.
Jericho lo tiene todo. Un grupo de paletos con un alcalde demagogo, el paleto prodigo que hace traqueotomías a los 15 minutos, el camión de transporte de prisioneros que hará de las suyas en capítulos posteriores, la ex del prota a la que se le muere el novio y así pueden reconciliarse, unas bombas atómicas que en nada afectan al pueblo, un rollo Mad Max tan malo como la peli (las dos primeras, claro) donde los paletos forasteros son malísimos de la muerte y nada de información sobre lo que ocurre para que así nos enganchemos a este cúmulo de tópicos, obviedades y paletadas como empieza a ser costumbre en las series de éxito mada in USA. De estas que puedes ver capítulos sí y capitulo no y te enteras igualito.
Pero como dicen en la revista gratuita y esencial para el moderno “Vice”: ¿de quien es la culpa del chorizo del amigo y de la Pantoja o de las 150.000 personas que fueron a verla y de paso pagar la fianza?
Al final la serie será un éxito en España.
Pero no todo es malo en esta vida. Hace tiempo descubrí en un local moderno en Lugo (bueno, El local moderno): Sunshine Underground. A mi el nombre este me parecía como de musical rock de los ochenta pero el caso es que está super bien aunque parecen caer más en gracia en Francia que aquí.
Tocaron en Paredes de Coura, así que un poquito más de rabia por no haber podido ir.
Llevan desde el 2006 y el album está agradable aunque yo aconsejo atacar la bonita que es la que tienen puesta en Myspace. Hacen un rollo rock griton bastante energético sin llegar a ser los Hives que me marean.
Realmente Comercial breackdown es uno de esos hits que te animan la pista en dos patadas. Lástima que ya no salgo porque no puedo comprobarlo. Si me dejan lo pincharé en el Cuchisbar y lo compruebo.
Según Ignacio criticar es fácil, difícil es hacer algo constructivo. Eso me ha dado que pensar: soy vago y me acepto como soy. ¿Si un gordo infecto puede aceptarse porqué yo no? Ni si quiera tienen que abrir la pared para sacarme de casa.
Entonces aceptamos. Criticar no está de más. Me voy a soltar la melena (calva) y voy a retomarme.
Al meollo: Jericho. Leí por internet que era de las mejores series que había en el momento y tardé poco en bajarme un capítulo que, por su puesto, vi. Mala es decir poco. Porque no es que sea mala en sí, si no que es una serie hecha por estadounidenses para estadounidenses.
A lo mejor expresado así no dice nada, matizaré: Es una serie hecha por estadounidenses paletos para paletos como ellos que se emocionan en su misma paletez. Que son felices con sus tonterías de paletos y con sus rollos de unión paleta con un negro en la serie por aquello de las cuotas aunque, por suerte, no hace bromas de negro.
Jericho lo tiene todo. Un grupo de paletos con un alcalde demagogo, el paleto prodigo que hace traqueotomías a los 15 minutos, el camión de transporte de prisioneros que hará de las suyas en capítulos posteriores, la ex del prota a la que se le muere el novio y así pueden reconciliarse, unas bombas atómicas que en nada afectan al pueblo, un rollo Mad Max tan malo como la peli (las dos primeras, claro) donde los paletos forasteros son malísimos de la muerte y nada de información sobre lo que ocurre para que así nos enganchemos a este cúmulo de tópicos, obviedades y paletadas como empieza a ser costumbre en las series de éxito mada in USA. De estas que puedes ver capítulos sí y capitulo no y te enteras igualito.
Pero como dicen en la revista gratuita y esencial para el moderno “Vice”: ¿de quien es la culpa del chorizo del amigo y de la Pantoja o de las 150.000 personas que fueron a verla y de paso pagar la fianza?
Al final la serie será un éxito en España.
Pero no todo es malo en esta vida. Hace tiempo descubrí en un local moderno en Lugo (bueno, El local moderno): Sunshine Underground. A mi el nombre este me parecía como de musical rock de los ochenta pero el caso es que está super bien aunque parecen caer más en gracia en Francia que aquí.
Tocaron en Paredes de Coura, así que un poquito más de rabia por no haber podido ir.
Llevan desde el 2006 y el album está agradable aunque yo aconsejo atacar la bonita que es la que tienen puesta en Myspace. Hacen un rollo rock griton bastante energético sin llegar a ser los Hives que me marean.
Realmente Comercial breackdown es uno de esos hits que te animan la pista en dos patadas. Lástima que ya no salgo porque no puedo comprobarlo. Si me dejan lo pincharé en el Cuchisbar y lo compruebo.