
Hace unos días vinieron los amigos de Igancio de visita. Llegaron todos juntos pero escalonados. Por suerte son majos aunque tengamos compatibilidad cero en
LastFM. No entiendo la mayoría de las cosas de las que hablan pero en el fondo es una ventaja: así me hago el snob interesante. "Mirad que cara de abstraida e intelectual con mis gafitas y obviando superficialidades espurias. Voy a escribir un libro sobre el dolor del alma en cuanto llegue a casa y termine esta cerveza, lo juro."


Pues nada los chicos se lo pasaron muy bien. muy majos. Todo un elenco de maricas. Estaban todas: la marica mala, la que si se muerde se envenena, la bruja, la que va de buena pero es la peor, la lengua viperina y la desahogá. A las que sumamos la abuela marchosa y la espantaja desubicada. Lo mejor de Paris.
Aunque me tengo que enterar cómo hacen para atraer a todos los desestructurados de los alrededores. Especialmente negros chungos con portaminas y mala leche. Son únicos en su género.

El caso es que vinieron todas e Ignacio estaba super contento con sus amigos del alma. Así que yo estaba también contento. Pero ya conocemos a Igancio, si el día tiene 24horas él tiene que sacar para 25. Es carne de infarto seguro. Así que se fue de fiesta cinco días seguidos sin faltar al gimnasio ni a su trabajo. Por lo menos se lo pasó bien. Creo, porque yo me escaqueaba a la primera oportunidad. Ya me conoceis: yo y el perro que hay en mi. Mucha moderna tiene que haber para sacarme a mi de casa.