Death Proof

Siempre es agradable ir a ver una buena película y si es con amigos mucho mejor. Y si encima te invitan pues va a ser lo mejorcito. Pero resulta que cada vez que me invita Juancar la película resulta ser estupenda del todo.
Pues esto ha pasado hoy. Juacarlanga me ha tenido que cerrar un par de veces la boca del mismísimo asombro del peliculón. Y mira, si para algo sirve ir al cine es para que le asombren a uno. Ni emule ni leches.

La peli en cuestión es Death Proof. No se puede hablar mucho de ella porque le quita parte del encanto de ir descubriéndola. Así que solo decir. Vedla muchachos, vedla.

Barcelona, ona, ona.

Venir de Barcelona me ha dejado baldado. No sé si por los paseos, los viajes relámpago o el sexto sin ascensor donde nos quedamos (un beso a Sesar y Dani).

Quedan demostradas un par de cosas. Que en Barcelona se lo montan mejor (cobertura social, urbanismo, trafico, bicis, movimientos concertiles, etc) y que en Madrid con el Pépe nunca van a llegar a nada.




No disfruté de viaje por una ulcera malísima que me salió en el estómago no sé ni porqué pero seguro que las seis copas y el garrafón del Yasta no tenían nada que ver. Y estuve todo jaquecoso el finde. Como Ignacio estaba más cansado aun que yo pasamos del Razz por que al fin y al cabo él se iba a aburrir y agobiar con tanta gente y tanto precio carísimo por todo. Tendré que volver con alguno de mis amigos, qué remedio. A resignarse tocan.
Lo que si fue genial es que Ignacio tiene alma de guía y me fue explicando cositas de la ciudad y como nos hospedamos al ladito del dildo gigante luminoso salíamos más animados y todo.

Ya tiendeando yo sólo quedé en estado de sock con el tamaño de la tienda Norma y Gigagames y estas cosas freacks que no puedo visitar normalmente y así me quedé para los restos, que hasta un picture-disc de Korn me compré y todo de tan chock que estaba.



La idea clara que me traigo de vuelta es que me gustaría volver unos días con Diego, Chuch, Juancarlanga, Saritrini y si Cher y Ernest se apuntan mejor. Se me está ocurriendo que debe ser la risión ir con Cher y Ernest por Barna a uno perdiendosele los ojos detrás de los modernos y al otro detrás de los complementos “uy que mono”. Que guay. Porque A Chuch y a mi ya sé donde se nos irían los ojos, que menudos elementos hay.

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Tokio Hotel están de moda total en las litas mainstream del mundo mundial gracias a que por fin alguien ha cogido el fenómeno visual rock japonés y lo ha aplicado correctamente. Porque el concepto ya se había probado con Cradle of Filth pero con lo que pega el emo en estos momentos era tontería no coger a cuatro niños-niña-taty y soltarlos por el mundo.
Pues unos alemanes tuvieron que ser y tras su éxito, se les compra un estilista se les produce un poco más melódico y a triunfar en Europa. Y de ahí a España.
(info by Kikina)

Chuch Vs Juancarlanga

Parece ser que vuelto Chuch y abierto el Pollyester retomo el blog por tanto tiempo olvidado.
Pero no es que no haya tenido fotos que poner o comentarios que hacer, es que la vida es dura, muy dura, durísima, diría yo. Así que ya está todo explicado.

La vuelta de Chuch y Ana a villa Gerchu implica la desaparición de Juancarlanga de la cómoda cercanía del centro. Era un verdadero gustazo tenerle allí tan cerquita con sus dinamismo de él y eso. “¿Quieres ver una peli?”. “Vale”. “¿Te apetece ir de tiendas?”. “Vale”. “Me he comprado los clips de noséquécosarara”. “Pues a ver cuando los vemos”. Qué gusto hijo, todo son facilidades.

Pero para que no se diga que hay preferencias ya me he acoplado directito con Cúchales en mi día libre para tocarle un poco los cojones con eso de que le gustó Hostel y que me deje pinchar y cosas de esas mías de pura maldad.








Y ahora un video chulo de Queens of the Stone Age, que ha dado con la fórmula perfecta para que no se vea lo feo que es el cantante, panochita.