jueves, mayo 24, 2007

El Perfume y Klaus Nomi

Después de tanto tiempo sin pasarme por mi propio cuaderno de bitácora tengo cosas que contar.



Tengo el problema que no comparto muchas aficiones con Ignacio. Decidimos pasar tiempo juntos viendo películas o series bajadas previamente de internet porque lo de los cortes para anuncios de media hora no es lo nuestro. Así que quedamos en ver algo y lo vemos juntos pero el qué. No es fácil porque mis pelis le duermen o le sonorizan. Y mis cosas más ligeras le interesan bien poco.
Pero a la inversa tampoco es sencillo. Las películas que le parecen bien para relajarse a mi me matan de ira. No soporto las comedias ligeras americanas ni los thrilers de acción made in USA. No puedo con ello, simplemente. Lo he intentado pero solo consigo ver cine de terror y criticando (yo creo que es lo que me gusta).
En el cine vimos “Number 23” y, aunque a veces me daban ganas de darle a alguien con un palo por las incongruencias, me pareció interesante por la atmósfera y la imagen. Opinión de Ignacio: “vaya rollo”.
Nos ponemos “El perfume” porque yo tenía curiosidad en ver cómo era la peli de uno de mis libros favoritos con un cartel tan bonito y él tenía muchas ganas de verla. Mal.

La peli empieza más o menos fiel al libro, salvando que el protagonista deja de ser un sociopata de magna inteligencia a un paletazo medio animal solo interesado en olisquear a jovencitas despechugadas. Y por si fuera poco al final resulta que tiene poderes.
A mí que no me jodan oiga. Resulta que tengo que aguantar expresiones de paletos de tres al cuarto que se las dan de críticos de cine sobre las películas de Zhang Yimou con perlas como “samurais voladores” y ridiculizaciones varias.
Se me inflama la sangre… ¡Los samurais son JAPONESES así que en CHINA NO HAY SAMURAIS! Y luego tengo que ver una películas muy bien recomendada en la que un cretino le saca los olores a trece tías (machismo al canto) y ya la gente con ver que salen colorines de en derredor se vuelve medio merilota.
No hijo no. Me repugna que me cojan un libro, lo medio versiones y luego lo destrocen. Si les parece que se inspiren y que no le llamen igual o que no se parezca en nada pero que no me tomen por imbécil, hombre ya.
Y volviendo a los olores. Porqué coño solo son bellas las mujeres, y jóvenes. Porque el medio mongolo este del protagonista resulta que hace un elixir olfativo a base de olor de mocetonas bien guapas… O sea que si es bello huele bien… ¿pero esta gente se ha leído el libro? Es más ¿lo entenderían llegado el caso?
Se me saltan las venas. De verdad. Pues a Ignacio le gustó. O sea que si los expertos en artes marciales vuelan es fantasía que no se puede tomar en serio, pero si un idiota hace magia con gotitas de pachulí eso sí.
Odio occidente.

No problem. Mi queridísimo se ha ido otra vez de viaje así que aquí me he quedado yo como un tonto viendo documentales rarunos. Total solo me lo veo yo así no hay malas caras ni me ofendo porque se duerma nadie.



Me he bajado y visto inmediatamente el documental sobre la figura de Klaus Nomi. Es el típico personaje del que siempre he querido saber más pero nunca me he puesto a ello.

Lo mio con Klaus Nomi me viene de pequeño y de un fantástico programa infantil llamado “Planeta Imaginario”. No sé porqué a todo el mundo le dio tan fuerte por la Bola de Cristal con lo mierda que era ese programa y lo politizado que estaba. (¡Panda de rojazos!) Cuando ha existido esa maravilla de Planeta Imaginario. Unos contenidos cutres pero de una alta aspiración artística y plástica (lo malo es que muchas veces se quedaba en eso, en aspiración)
Ay, que se me va. Que en uno de lo episodios de Planeta Imaginario sale una coreografía un tanto surrealista (que yo veo inspiración de Kylie Minogue para su can´t get you out of my head. Fíjate si es moderno el programa) con la música del tal Nomi que me fascinó in the moment.
Así que ya de pequeño entre algunas referencias visuales a su iconografía (el tío no cambiaba el traje) y a que salió con Bowie cantando aquello de “the man who sold the world” se me quedó metido en la cabeza que yo tenía que saber más de este tipo. Porque hay que ver lo que tira a mi una buena espantaja-los-melones.
Y esta año pasado salió un documental “NOMI´S SONG” que yo he tenido el placer de descargarme y ver en inglés subtitulado en alemán, que siempre ayudará algo.



Y si me quiero poner una película de Fassbinder, me pongo una película de Fassbinder y no se me duerme nadie. Y si es un docu pseudomoderno, pues igual. A mi dejadme con mis rancieces que si no me estriño.

Claro que luego me pondré un manga chungo aprovechando que no me ve nadie y voy tirando.

Porqué no me iré a vivir con Diego que es el único que me comprende… Ah, porque es un psicótico… Qué vida más triste la del nietzscheano. ¿Me debería pasar a Kafka?

5 comentarios:

JuanSinMiedo dijo...

Pues si que es una pena eso de no coincidir en gustos, aunque alguno abra ¿no? Por cierto, yo lo de lo transformes no lo veo ¿eh? De pequeño también me gustaba Mazinger Z y Comando G, pero los estoy echando un vistazo de nuevo y joder, ya se que es eso de madurar…
Un saludor.

Anónimo dijo...

genial, genial la critica de la peli del perfume, a todo el mundo que le pregunte no habia leido el libro...con lo que gracias. Soy de los tuyos...Sociopata el personaje, con lo que gracioso....

Por cierto si veia el planeta imaginario, con una entrada cutre, de planetas enganchados a alambre....

...Si era grande si

Analgesico dijo...

Mech maligno, que no se pueden poner comentarios en tu fotolog...
Me encanta que estés de acuerdo conmigo. A veces me siento el rarito y todo.

blankanieves dijo...

eeeeeeeh!!! alguien que se acuerda de planeta imaginario... tengo un vago recuerdo (es que soy jóvena), pero la musicola a veces retumba en mi cabeza...
a todo esto... sigo sin aparecer entre los links de tus amigotes... me voy a deprimir de verdad...
besitos

Anónimo dijo...

TOMA MUERTE POR NOSTALGIA.

http://youtube.com/watch?v=UgG__CI924s

Desde luego, sociopata, sociopata... MOÑAS es lo que eres. Desde luego he tenido que escuchar la sintonia para darme cuenta de que yo también veia ese programa.