Un día apareció Elián con un caracol y lo soltó en la megajardinera que tenemos al lado del kiosco en el trabajo. Ya le dije que no me parecía bien eso de traer especies foráneas y soltarlas por ahí. Pero como al fin y al cabo el bicho no sale de los cuatro metros cuadrados de flores que tiene pues me no digo nada.
Lo más seguro es que no aguante el invierno sequísimo que hace en Madrid pero de momento es nuestra mascota.
Otros compañeros vienen a verlo porque ya han tenido noticias. El caso es que mide entre 15 y 20 centímetros y solo tiene dos antenas y barbitas por debajo. Me parece monísimo y ahí que le pongo lechuga y le riego todas las mañanas.
Lo más seguro es que no aguante el invierno sequísimo que hace en Madrid pero de momento es nuestra mascota.
Otros compañeros vienen a verlo porque ya han tenido noticias. El caso es que mide entre 15 y 20 centímetros y solo tiene dos antenas y barbitas por debajo. Me parece monísimo y ahí que le pongo lechuga y le riego todas las mañanas.
4 comentarios:
¡Qué miedo y qué grande que es! Le habéis puesto nombre?
hay que acabar con esos bichos infectos! cómo se llama??
pepito, no lo bauticé yo. :p
yo tenía uno en el techo de la terraza (que me gustaría saber cómo llegó allí)
la cuestión es que creo que está en proceso de fosilización o algo peor, porque sigue ahí, pegado en el techo cerca del tubo del toldo...
le tengo cariño, me acompaña desde hace año y medio...
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