Durmiendo con mi edredón.

Mi vida ha cambiado de mal a peor. Ya no quiero una PS3 que es de pobres y de freacks, ahora quiero ser mayor, enfocarme en cosas más maduras, o sea: comprarme una guitarra electrica y formar un grupo.
Diego no se lo ha tomado muy en serio el cabrón. Dice que él el triángulo o la botella de anís. No le veo centrado. La verdad es que tiene cara de batera. ¿Qué no? Así que mi aspiración ahora mismo es retirarme del mundo a una zona apartada de la humanidad tipo Chinchón y aprender a tocar algo medianamente. Cristina lleva la tira con las maninas que tiene y algo de The Cure si que saca. Con eso de que quiere ser como Tegan y Sarah. ¿Cuál de las dos se pedirá Raúl?

A mi ya me venía de lejos eso de tocar algo a parte de a mi mismo. Desde Nirvana mismamente. Pero con el coñazo de padre que me tocó vivir cualquiera se atrevía. Pero ahora ya soy mayorzuelo, lo suficiente para poder hacer las cosas de la adolescencia que no pude. Y como en el trabajo me da por pensar, sobre todo en tonterías aquí me hayo deseando una guitarra electrica a poder ser con calaveras y pegatinas de Hello Kittie. Y cuando más pienso es cuando nos quedamos encerrados en los pasillos del centro comercial a la salida del trabajo. Nos pasa mínimo una vez por semana. Así que entre cucarachas les explico a mis compañeros mis ideas y como no me entienden mucho (a esas horas ni yo estoy para idiomas ni ellos para dispersos) me dan la razón y me animan mucho. Como si les cuento que voy a hacer un flan. Pero si el de los Babysambles puede con ese jeto porqué yo no.


Yo me he fijado un objetivo, un ídolo a seguir. Algo postmoderno y radical. He buscado algo entre Paco de Lucia, "las arañas de marte" y el cabaret trash de los Estados Unidos de entreguerras. Como no lo he encontrado me he quedado con un actor porno gay tocando al bajo versiones de Britny Spears. Genial.