Por fin tengo unos minutos.

Ya era hora de ir actualizando un poquito. La verdad es que tengo mil cosas que rememorar pero la falta de tiempo es muy malita así que me voy a limitar a colgar la única foto que mi cámara me permitió hacer ayer. Aviso al que pueda caer en este blog: No hay que comprar jamás una cámara sin batería extraíble. La mía está pochísima ya pero en lugar de cambiarla me toca comprar una cámara nueva. Hay que joderse.

Ayer pretendía salir sobre las diez, hora prudencial, pero un infernal trabajo de Geografía politica me tenía muerto. En concreto debería haberlo entregado el 27 de diciembre pero como tengo esta cabeza me dio por pensar que era en enero así que ya estoy suplicando que me lo acepten fuera de plazo porque si mantengo unos buenos trabajos me libro de examen.

El caso es que Diego vino a casa sobre las nueve y media y yo no llevaba ni la mitad así que terminamos saliendo sobre las once y media, bocadillo de queso mediante.

Tenía muchas ganas de salir por sitios guays así que aunque íbamos a juntarnos con mi novio y sus amigos me negué a ir de maricas. Acabamos en el Free Way la Vía Láctea que acabó gustando a todos a pesar de que ellos eran las únicas maris (fíjense que no me incluyo en el pack) y Diego que es una ligona acabó enamorando a una chica estupenda.

Añado un vídeo que es el mejor invento del siglo: poder añadir videos a los blogs tan ricamente sin esfuerzo alguno. El video en sí no tiene desperdicio, que ni Mel Gibson, oiga