El Ipod es una mierda

¡Por fin es viernes! Esta semana no se me acababa nunca. Entre la universidad, el curso de formación de la vergüenza y hacer de Margarita Seisdedos no me quedaba tiempo ni para mear.
Ya ayer jueves fue el máximo. Intenté una nueva combinación de autobuses para llegar a la facultad y acabé en el Coloso todo mañanero perdidito espacial comiendo naranjas de pura desesperación y de encontrarme y llegar a la facultad (tardísimo) e ir pitando a la formación fue todo uno. Pero como había la concentración esta del SIDA y mi novio es el activismo personalizado ahí estaba yo reivindicando y haciendo el Seisdedos total porque aunque en la mochila no llevamos ladrillos pesan como si tal.
Para continuar fuimos a una entrevista en la Ser que estuvo fenomenal porque nos enseñaron las instalaciones (incluyendo las vistas de la terrazaaarg) y me reencontré con Rafa que trabaja allí y me dio una ilusión tremenda (si, bueno, mi novio habló muy bien, pero eso no es novedad).

Total que así todita la semana. Con lo cual no he podido expresarme en mi justa medida contra la gran falacia y el gran producto pifiado que es el Ipod.

El Ipod es una puta mierda. Y lo digo con toda la razón. Y mejor que explicarlo voy a poner un par de ejemplos y se me entenderá fácilmente:
El otro día vino un amigo a casa con su Ipod tocho y pensé en pasarle algunos de los cientos de videoclips que tengo para sacarle rentabilidad al bicho. Pero sorpresa inocente: No se puede. Porque su Ipod está sincronizado al Itunes de su PC con lo que o lo formateaba de nuevo, absurdo, o se iba sin los videos, absurdo también porque con un reproductor multimedia portátil alternativo de, por ejemplo, ¡La mitad de precio! ¡300€ menos! Podría haberse llevado los videos y haberme pasado temas y sabrá Dios que más. Así que te compras un tocho todo diseño (que ya está copiado) y caro como no está escrito y tienes menos funcionabilidad que cualquier competencia. Bravo Appel.
Pero la gracia no acaba ahí. Decido descargarme la nueva versión del Itunes de marras (sabrá la Virgen porqué) y nada más finalizar me dice que mi Ipod no es tan moderno y que lo formatee si pretendo usarlo. Así que no sé que coño ha hecho ese programa del infierno pero ahora no me reconoce el PC el dispositivo. ¡¿Y qué hago con las canciones que tenía seleccionadas, y las listas de reproducción, y las fotos de los álbumes?! ¡Horas de trabajo para nada! Bueno, para nada no, que si alguna vez pensaba en comprarme el Ipod mega tocho ya he cambiado de idea.

Moraleja: No nos fiemos jamás de un producto estadounidense. Que esos solo miran la peseta hasta la usura y no les importa la funcionalidad del producto.

Yo de momento estoy utilizando el Sharepod, imprescindible.