Yo no podía ser menos. A canarias que me fui y tan ricamente lo pasé.
Tenía muchísimas ganas de ver a Sarah y a Ernesto que desde que vinieron a hacer una visita al mercado de Chueca no les había visto (no digo a Madrid porque la verdad es que fuera de Chueca hicimos poco, Chuchi mediante).
Me lo pasé genial con ellos. Debe Ser por esa buena acogida que nos hicieron a Juancarlanga y a mi con una pedazo de botella de litro y medio de cava buenísimo que disfrutamos jugando al Gears of War (Juancar, disculpa por las balas a traición) para salir ya contentos por los pubs de la ciudad. Y tan contentos que ni nos enteramos de la lluvia, esa lluvia tan escasa en esas latitudes y tan frecuente en nuestra visita.
Un encanto estos niños canarios. Y, si no lo digo reviento, un primor de casa. ¡Vaya moderno todo! Hasta el gato era moderno, más que moderno posmoderno que tenía un problema de adicción a la maría.
La visita se la debo a mi novio que es tan lo mejor que me regaló el viaje para allá. Él tenía que trabajar (cosas de esas raras de gayers comprometidos) y así le acompañaba un poco. Pasé el final del sábado y domingo mañanero con él, y ya el domingo para casa que arrecia.
La verdad es que tenía un poco de miedo de los amigos de Ignacio porque me esperaba a la típica pareja simple-acomodada que me miraría como bicho raro salido del espacio alternativo del universo geek dimensión esteta underground que no asume su homosexualidad pero pasado por el Programa de Laura. O sea que me aburriría como un muerto.
Bueno pues me equivoqué de medio a medio. Resultaron ser de un marica banalcomplejo genial. Me han encantado. Con sus hijas y su casa de las páginas de la revista zero-home y sus apagones canarios. Enamorao del todo. Con decir que tenían un erizo entre sus mascotas… Cuando me dijeron que se llamaba Eri me quedé todo pensativo: “¿Humm, y donde está el cangurito Cangu…?”
Salimos por la zona gayer (que es lo mismo que decir turismo sexual europeo a lo Mikonos night pero con abundancia de ingleses, de los que adoran Kylie Minogue y desconocen My Vitriol, esos, los brutitos) pero como llovía y el agua de lluvia es como el perejil para los canarios no había ni dios así que fue como salir un jueves, que me apasiona. Incluso había un Morrissey todo solo que no le hacía nadie caso (para Chuchi, pensé yo).
Tenía muchísimas ganas de ver a Sarah y a Ernesto que desde que vinieron a hacer una visita al mercado de Chueca no les había visto (no digo a Madrid porque la verdad es que fuera de Chueca hicimos poco, Chuchi mediante).
Me lo pasé genial con ellos. Debe Ser por esa buena acogida que nos hicieron a Juancarlanga y a mi con una pedazo de botella de litro y medio de cava buenísimo que disfrutamos jugando al Gears of War (Juancar, disculpa por las balas a traición) para salir ya contentos por los pubs de la ciudad. Y tan contentos que ni nos enteramos de la lluvia, esa lluvia tan escasa en esas latitudes y tan frecuente en nuestra visita.
Un encanto estos niños canarios. Y, si no lo digo reviento, un primor de casa. ¡Vaya moderno todo! Hasta el gato era moderno, más que moderno posmoderno que tenía un problema de adicción a la maría.
La visita se la debo a mi novio que es tan lo mejor que me regaló el viaje para allá. Él tenía que trabajar (cosas de esas raras de gayers comprometidos) y así le acompañaba un poco. Pasé el final del sábado y domingo mañanero con él, y ya el domingo para casa que arrecia.
La verdad es que tenía un poco de miedo de los amigos de Ignacio porque me esperaba a la típica pareja simple-acomodada que me miraría como bicho raro salido del espacio alternativo del universo geek dimensión esteta underground que no asume su homosexualidad pero pasado por el Programa de Laura. O sea que me aburriría como un muerto.
Bueno pues me equivoqué de medio a medio. Resultaron ser de un marica banalcomplejo genial. Me han encantado. Con sus hijas y su casa de las páginas de la revista zero-home y sus apagones canarios. Enamorao del todo. Con decir que tenían un erizo entre sus mascotas… Cuando me dijeron que se llamaba Eri me quedé todo pensativo: “¿Humm, y donde está el cangurito Cangu…?”
Salimos por la zona gayer (que es lo mismo que decir turismo sexual europeo a lo Mikonos night pero con abundancia de ingleses, de los que adoran Kylie Minogue y desconocen My Vitriol, esos, los brutitos) pero como llovía y el agua de lluvia es como el perejil para los canarios no había ni dios así que fue como salir un jueves, que me apasiona. Incluso había un Morrissey todo solo que no le hacía nadie caso (para Chuchi, pensé yo).
4 comentarios:
¡¡qué bien que te lo pasas!!
No puedo creerlo! Que me han quitado el vídeo del youtube!! Menos mal que estás tú de testigo de que EXISTE!!!!!
Besos!
P.D.: Cuándo es esa fiesta?
Mys Vitriols molanssss.... ssí!
Me alegro que lo pasarais fenomenal en Canarias.
Para cuando una >Murcia?
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