Pues eso. No funciona. No creo que sea yo el único que esté arto de esta gestión de Metro que parece querer tomarnos es pelo a todos.
Hace un par de años les dio por modernizar todos los torniquetes de la red de Metro y ahora han decidido volverlos a cambiar por unos ambivalentes, que lo mismo son de entrada que de salida.
Bueno la idea no está mal. Pero por lo que yo he visto de otros metros siguen usando lo que tienen hasta que ya no es útil. La comunidad de Madrid, sobre todo la ciudad de Madrid es única en este concepto. Cambiamos las papeleras de toda la ciudad cada tres años. Nuevo diseño, nuevos materiales, nuevas instalaciones, nuevos gastos y comisiones.
Pero me desvío. La idea de estos torniquetes no es nada mala: se puede pasar con carrito, las personas mayores no tienen dificultad, etc. Pero, por Dios santo, alguien puede decirme a quien coño se le ocurrió la idea de que ¡las entradas sean a la vez las salidas!
Porque se puede dejar fijo, eso lo he visto. Pero eso no le mola a alguien que ¡evidentemente no usa el puto Metro! Porque cada día cojo el metro y me bajo en el intercambiador de Moncloa (que ya clama al cielo su sistema de escaleras mecánicas) y no hay vez que no vaya a salir yo por una flechita verde y de repente se transforme en roja porque alguien ha decidido entrar por ahí. Y en ese momento te dispones a tomar el camino alternativo pero ya te chocas con los que con más prisa acertaron en el camino y con los que entran por el mismo flujo que la salida. Y te sientes mal, idiota y con ganas de obligar a utilizar el Metro al imbécil que está diseñando todas estar “mejoras”.
Como la mejora de cubrir todas las paredes de las estaciones con una chapa de color. Quitando ¡TREINTA centímetros (30cm)! a cada lado del andén! Incluyendo salidas, claro. Así que si en hora punta ya andas agobiadísimo por la gente imagina por las nuevas escaleras de salida del andén con más de 60cm evaporados.
Lo dicho inteligentes. Para sacar dinero inteligentes. Para que rentabilicemos los casi 50 eurazos del ala de cada abono transportes, ahí no están tan listos. Porque eso sí, ellos pide que pide y despilfarra que despilfarra.
Que luego se les llena le boca que si la línea tres y que si mejoras y que si coños. ¡Si no funciona ningún puto ascensor, por Dios! Las fotos las tomé en menos de cinco minutos. De oca en oca iba. Y lo del cubo. Qué fuerte, que caen cuatro gotas y se inunda todo.
¿Y esa manía de quitar el equipo humano de todo contacto con el público? Primero los contestadores estos que llamas y tienes que pulsar mil números para hablar con un operador. Y ahora se plantan y quitan al taquillero de toda la vida y lo sustituyen por máquinas que están media vida jodidas que junto con los torniquetes que pasan averiados todo su periodo de prueba, ascensores que no funcionan durante semanas (lucero, etc), escaleras mecánicas perpetuamente en revisión (Tribunal, etc), líneas suspendidas, huelgas, etc Ya dan ganas de suicidarte. Sobre todo si coges el Metro como alternativa a las obras de la M-30. ¿Qué nos queda?
Pero yo ya lo tengo claro. Tenemos bici nueva en la oficina, se llama Actiinvencible y es divina. Es para críos pero a mi me hizo una ilusión tremenda. La consiguió Ignacio que es un cielo. Seguro que en principio me la quería regalar pero como tuvo que acoquinar los euros y llevo de gorrón que ni me acuerdo no me ha dicho nada. No te preocupes cariño, que yo he entendido igualmente y me voy a librar del metro y sus averías.
Pero antes hablemos de PIL. Porque hay gente moderna. Hay gente Branché. Hay gente Cool. Y luego están esos. Esos que no me atrevo ni a mencionar que se empollas las bitácoras agenas para ser más modernos y luego…, y luego… No puedo ni seguir explicándolo. ¡Que vergüenza! ¡Madre mía que vergüenza!
Y así voy a pasar mi 29 cumpleaños. Como en mi casa de mis padres somos tan modernos hemos comido por separado y nos hemos merendado la tarta tan ricamente. 
Tengo un constipado gargantil que me ha venido fenomenal para encerrarme aún más en casa. Porque lo mío ya es de cura de choque. ¡He perdido la alegría de salir! Mismamente el jueves pasado me obligué a salir así que pasé por casa Gerchu con la mala fortuna de que acababan de traer la Nintendo64. Para qué seguir hablando. Inmediatamente propuse quedarnos y echarnos unas Marios Karts que nos lo pasamos estupendamente. Y a las dos para casita a ver Ghost in the Shell que lo tengo muy avandonado. 
Pero que no crea nadie que el muermo me ha destruido la libido. Ah, no. Sufro la ausencia de mi novio como el que más pero por suerte emule sigue regalando compañeros agradables en estas noches (mañanas y tardes) de soledad y frío invernal. 
Ya ayer jueves fue el máximo. Intenté una nueva combinación de autobuses para llegar a la facultad y acabé en el Coloso todo mañanero perdidito espacial comiendo naranjas de pura desesperación y de encontrarme y llegar a la facultad (tardísimo) e ir pitando a la formación fue todo uno. Pero como había la concentración esta del SIDA y mi novio es el activismo personalizado ahí estaba yo reivindicando y haciendo el Seisdedos total porque aunque en la mochila no llevamos ladrillos pesan como si tal. 
El Ipod es una puta mierda. Y lo digo con toda la razón. Y mejor que explicarlo voy a poner un par de ejemplos y se me entenderá fácilmente:
Pero la gracia no acaba ahí. Decido descargarme la nueva versión del Itunes de marras (sabrá la Virgen porqué) y nada más finalizar me dice que mi Ipod no es tan moderno y que lo formatee si pretendo usarlo. Así que no sé que coño ha hecho ese programa del infierno pero ahora no me reconoce el PC el dispositivo. ¡¿Y qué hago con las canciones que tenía seleccionadas, y las listas de reproducción, y las fotos de los álbumes?! ¡Horas de trabajo para nada! Bueno, para nada no, que si alguna vez pensaba en comprarme el Ipod mega tocho ya he cambiado de idea. 
Ya hemos vuelto de Cáceres. No ha sido exactamente el viaje que teníamos pensado y ha sido más agotador que ocioso. Para empezar no había habitaciones en el hotel que teníamos pensado así que nos quedamos en el de al lado de dos estrellas y luego una concentración en repulsa de las agresiones homofobas nos hizo regresar más rápido de lo pensado así que jueves facultad, viaje, dormir, conferencia mañanera, comida más rápida que otra cosa y viaje de vuelta y prisas para llegar a tiempo a la concentración en Príncipe Pío donde hice uso de mi poder de ofuscación entre las masas y allí que me quedé para que no me agobiase nadie.
El caso es que han sido unos días del horror venga de teléfono, venga de periodismos, venga de tensiones judiciales y venga de activismo. Con lo que tras la concentración, al venirse los amiguísismos de Ignacio a casa a cenar ya me quedé aut por completo. Y casi me ha durado hasta hoy domingo, porque ayer nos fuimos a comprar un colchón y nos volvimos con un belén. Lo peor. Él tiene excusa porque le pegaron un botellazo hace poco pero yo no. Yo nací así.
Pero claro, las supuestas de estos niñatos (pues niñatos eran) no serían nunca ni la mitad de mi novio (entre las tres). Desde luego no tendrían el riesgo de perder una tesis verdaderamente brillante, ni dejar de impartir clases, ni perderían un futuro académico prometedor. Porque esta gente solo puede tener la cabeza hueca y tan inservible como para tener que meterse en la vida de un par de “bujarras” solo porque vayan del brazo y uno casualmente cojee. ¿Qué interés tienen en con quién hostias te acuestes? ¿Te lo están pidiendo a ti? Fóllate tú a cualquier florero que te aguante y deja te interesarte por el sexo de los demás. 
Pero los viajes no han acabado todavía: Mañana viernes nos vamos a granada a (que raro) una boda de un amigo suyo. Ganas de moverme no tengo, por el contrario si que tengo mil obligaciones atrasadas. Pero por otro lado no he visto granada y que me hayan invitado me hace ilusión. Aunque por si acaso me voy a llevar la PSP que tan buenos resultados me ha dado en otras ocasiones.
Bueno, al caso. Yo de lo que quiero hablar es de la locura que esta suponiendo este viaje. Resulta que mi Novio tiene cientos de amigos y a uno le ha dado por casarse e invitar a todos a la boda en Detroit. Asi que nos hemos ido a Chicago a casa de un amigo suyo y ahi ya empezo la locura. Son todos tan extrovertidos como el y lo celebraron cenando pizzas gigantes de a cinco kilos unidad (que al parecer es la especialidad de aqui, asi estan de gordos) y contandose anecdotas de lo mas poco creibles pero ciertas.
Vaya trancazo que he pillado, madre mía. Estoy en casa con la capucha puesta y todo para evitar coger más frío y me he zampado un paquete entero de Bollycaos Dokios que me ha dicho mi novio que son muy buenos para guardar la línea (la línea curva será).
Ya estoy en Nueva Orleans. He de confesar que me hacia ilusion ver esta ciudad. Supongo que mejor antes del huracán y tiempo atrás cuando era mas gotico que un murciélago con pistolas. 
A parte de todo, lo que queda es precioso. Se ve que no ha vuelto ni la mitad te la gente y todavía no funcionan bien todos los servicios. 
No nos olvidamos de la zona mas tipica como el barrio frances donde se ven en vivo lo mas tipico a lo lonnely planet asi que no nos resistimos y nos zampamos un estupendo po-boy que viene a ser un bocadillo de calamares pero con ostras a la americana. Comida criolla. Como la paella de aquí que pica. 
En esta misma zona admiramos el contraste de los edificios con sus rascacielos y oficinas con la zona residencial que es cien por cien de película de vampiros. Todo colonial y con una humedad que se bebia del mismo aire. 